9 octubre, 2024

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Hacia una trazabilidad completa del instrumental quirúrgico

Existe un escenario en el que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) pueden ayudar y mucho. Y es en el seguimiento y la gestión del ciclo de vida del instrumental médico y quirúrgico de centros de salud y hospitales. Algo que resulta central tanto para el aspecto médico como para el económico de las instituciones. De este modo, se ahorra dinero, se optimizan procesos y, sobre todo, se aumenta la calidad prestacional, soslayando enfermedades.

Telemedicina – Salud en línea conversó en exclusiva con tres responsables de diversas instituciones de Salud argentinas: Mauro Vega, jefe de Sistemas en Hospital de Alta Complejidad en Red “El Cruce” Dr. Néstor Carlos Kirchner; Nicolás Passadore, jefe del Departamento de Informática en Salud (DIS) del Grupo CEMICO de Neuquén; y Marité Miranda, farmacéutica especialista en esterilización y coordinadora de la Comisión de Esterilización y Productos Médicos para la dirección Provincial de Farmacología y Normatización de Drogas, Medicamentos e Insumos Sanitarios, del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes del gobierno de Mendoza; quienes dieron respuestas a interrogantes tan elementales como trascendentales acerca de las estrategias implementadas, el rol de las nuevas tecnologías y los desafíos que enfrentan.

La obtención de información rápida y segura sobre la vida de un instrumental se facilita al tener una trazabilidad informatizada y en tiempo real, es decir, poder realizar el seguimiento del producto en cada una de sus etapas. Y esto porque la digitalización de los datos, su procesamiento y almacenamiento, logra transformarlos en información clave para el control de los insumos; y así conocer extravíos, roturas, necesidad de reposición, etc de cualquier producto médico-, además de permitir la toma de decisiones en tiempo y forma.

Debe y haber. El Hospital El Cruce realiza un seguimiento de los insumos mediante un sistema de terceros que etiqueta cajas, pero no posee una trazabilidad completa del instrumental médico. Como esto no es suficiente, están en plena evaluación del estado de situación junto al proveedor B. Braun, a fin de poder definir cuál sería la solución más adecuada e incorporarla.

Jefe de Sistemas del Hospital de Alta Complejidad en Red “El Cruce”, Dr. Néstor Carlos Kirchner

“Al no tener una trazabilidad completa entre quirófano y esterilización, buscamos opciones del mercado para incorporar un sistema de punta a punta que nos permita unificar el proceso con nuevas tecnologías”, admitió Vega sobre el camino que los condujo a encarar esta búsqueda y mejora de la gestión.

En Mendoza existen políticas públicas desplegadas en este sentido y se creó -por decisión ministerial- una Comisión permanente de Esterilización en la que entidades públicas y privadas bregan por conseguir “la máxima seguridad del paciente, con una óptima calidad en los conocimientos asociados al reprocesamiento y esterilización de productos médicos”, repasó Miranda sobre una iniciativa que se concentra en los procesos productivos y en la preparación de material estéril para uso clínico.

“En el campo de la esterilización, la trazabilidad consiste en lograr un control integral del producto a lo largo de todas las fases del proceso; pretende reconstruir en sentido inverso el historial de un objeto desde el momento en que fue usado en un determinado paciente hasta el momento en que anteriormente se recibió sucio en la Central de Esterilización u otro lugar”, explicó Miranda.

A su turno, Passadore de CEMICO en Neuquén contó que están “focalizados” en varios proyectos que involucran la trazabilidad, entre los que se encuentra el instrumental médico, aunque “aún no hemos llegado hasta ese punto dentro de la línea de planificación”, dijo y agregó que la solución planteada fue diseñada por ellos mismos y que apunta a resolver, en principio, la trazabilidad interna.

Jefe del Departamento de Informática en Salud (DIS) del Grupo CEMICO

Sucede que el proyecto que llevan adelante en Neuquén contempla la “necesidad de modificar ciertos procesos internos porque insta a marcar el instrumental médico con etiquetas generadas por el sistema de gestión hospitalario (HIS, por sus siglas en inglés), para identificar de forma precisa cada elemento y llevar adelante el control de inventario y mantenimiento preventivo”.

“Este tipo de iniciativas, no obstante, deben contemplar también necesidades externas que, seguramente será el futuro del seguimiento de este tipo de materiales”, adelantó Passadore.

El aporte tecnológico. A los ojos de Vega, las TICs tienen un rol “muy importante” en esta práctica dado que además del software también involucran, por ejemplo, el uso de tecnologías de QR, que permiten grabar al instrumental directamente, y que facilitan la realización de una trazabilidad completa, que va desde el uso, el lavado, la esterilización y que llega hasta la reutilización optimizada. “Pero que además se trata de gestionar el tiempo, dado que la correcta ubicación del instrumental adecuado facilita la respuesta médica en la urgencia”, resumió el ejecutivo.

La de la Comisión en Mendoza, a su vez, es una tarea que se sustenta en la posibilidad de contar con un espacio físico acorde, con recursos humanos y técnicos específicos, y procedimientos claros porque, para Miranda, aunque ninguna de esas categorías “es más importante que la otra”, valoró “altamente recomendable” incorporar a las TICs como requisito de los sistemas de gestión de calidad.

Farmacéutica especialista en esterilización y coordinadora de la Comisión de Esterilización y Productos Médicos de Mendoza

“Además, representa un elemento de seguridad para el establecimiento sanitario al permitir la recuperación de los productos defectuosos susceptibles de presentar un riesgo, algo completamente necesario para evaluar los riesgos y vigilar las posibles Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud (IAAS)”, agregó la funcionaria y subrayó que estas acciones redundan en calidad prestacional, beneficios y satisfacción para los pacientes, además del ahorro de costos y las mejoras operativas para las instituciones.

“Es necesario entender que los procesos quirúrgicos involucran mucho más que la cirugía en sí misma, ya que comienzan fuera de las organizaciones de salud”, consideró Passadore y justificó con ello la necesidad de “trabajar en sinergia” con los organismos nacionales e internacionales, para proteger a los pacientes y eventualmente detectar por ejemplo material defectuoso o falsificado. En ese sentido, utilizar las TICs “permite agregar valor a la cadena de trazado de materiales y la obtención de datos para una ubicación rápida y gestión eficiente del instrumental”, observó Passadore.

Los desafíos y las tendencias. “La trazabilidad presenta una solución a las nuevas necesidades de control, pero se necesitan cambios a nivel organización y de procesos. El uso de las tecnologías en este campo es lo que hace posible a la trazabilidad, pero la mirada no debe ser solo interna, sino también externa, dado que la cadena de distribución afecta a las organizaciones y su planificación”, evaluó Passadore e instó a “tener presente que la trazabilidad tiene como eje central la seguridad del paciente, por lo tanto, todos los eslabones de la cadena son importantes”.

En sintonía, Vega resumió que “más que preocupaciones o urgencias, se trata de la optimización de los procesos y los recursos, por la capacidad de reutilizar o dar el adecuado seguimiento del instrumental”, dijo y apuntó a que la tendencia va “claramente” a la utilización de la tecnología en todo ámbito médico, “aún más en un hospital que tiene una informatización casi del 100% de los recursos, como el nuestro”.

Miranda fue más allá de la propia experiencia mendocina al declarar que “debería ser un requisito solicitado en la normativa legal vigente”, dada la relevancia en materia de calidad prestacional y de gestión operativa que le imprime a la práctica médica.

 

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