23 noviembre, 2024

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Rodolfo Laffitte: “Somos más parecidos a la Unión Europea que a un país unitario”

Rodolfo Laffitte fue uno de los responsables de propiciar la transformación digital en Neuquén y quien hoy asesora al comité nacional que brega por la implementación de una interoperabilidad federal. En diálogo con Telemedicina – Salud en Línea, revisó una trayectoria de más de cuatro décadas y compartió la visión estratégica de largo plazo con la que se propone enfrentar los desafíos del futuro.

Rodolfo Laffitte integra desde agosto el Cuerpo Asesor para el Desarrollo e Implementación en Políticas de Interoperabilidad de la Argentina y es un perfil clave para el desarrollo de una estrategia de integrabilidad nacional tras haberse destacado, entre otras tareas, por el éxito que significó la transformación digital neuquina, labor que llevó adelante, en buena medida, junto a Gustavo Giorgetti. La frase que titula esta nota refleja el menudo desafío que ese Cuerpo Asesor tiene por delante y que, en diálogo con Telemedicina – Salud en Línea, Laffitte repasó para dar cuenta de una estrategia que tiene mucho de largo plazo y de apuesta al futuro.

Su carrera acredita hitos y desafíos cuando, por ejemplo, en 1979 fue el responsable de llevar la televisión a color al interior neuquino, pero también y ya en la década del ´80 de cimentar el paquete normativo y los principios conceptuales estratégicos provinciales, es decir, de hablar de desarrollo tecnológico aunque sin nombrar tecnologías: “Cada vez que la releo me pregunto cómo hicimos para tener la capacidad de redactar estas cosas y lo cierto es que fue un trabajo importante de casi veinte personas”, valoró.

Con el cambio de milenio, se multiplicaron los desafíos. En 2003, participó del Plan Maestro de Gobierno Electrónico en Neuquén, y en 2007 se creó la Secretaría de Gestión Pública, de la que pasó a ser titular y cuando se dio la primera aproximación al modelo de Estonia: “Me cuentan el modelo estonio y dije ´bueno, esto encaja con la filosofía que venimos trayendo desde hace mucho tiempo y por lo menos hay una experiencia práctica´”, recordó y señaló: “aunque culturalmente son distintos a nosotros, los principios del modelo sirven”.  Ese fue el punto de partida a la integrabilidad que ubica hoy a la provincia como la más digital del país, tras seguir el modelo del país más digital del mundo.

En Neuquén, el modelo adoptado aspira a que al ciudadano no se le vuelva a pedir los datos y la información si ya está en algún organismo del Estado o en Internet y se basa en un proceso de transformación digital, de siete capas, de las cuales tres son estratégicas: datos, procesos y servicios; con el ciudadano en el centro de la escena. Fue pensado como un plan sin plazos certeros, pero con pasos concretos y realizables, y montado sobre la idea de alcanzar la conectividad total.

En 2014, por ejemplo, trabajaron en conjunto con IRAM en la posibilidad de que crear un modelo de certificación que fuera referencial, pero no normativo y dieron vida al marco número 14 de IRAM, “que no es normativo porque se aplica nada más que en la provincia de Neuquén y es lo que hoy estamos tratando de llevar a nivel nacional y estamos trabajando en IRAM, en una sub comisión con una norma de ecosistemas digitales”, explicó Laffitte.

“Generamos comunidades de práctica para romper la silopatía (N.del E.: da significado a la patología de generar “silos” en las organizaciones) de la cultura argentina que concentra al Estado; porque el Estado es algo complejo y a lo complejo se lo resuelve separándolo en partecitas separadas (educación, salud, trabajo, bienestar social), pero en la vida del ciudadano nada de eso interesa porque nuestra vida es transversal”, explicó y desarrolló esas comunidades de práctica con responsables tecnológicos que entendieran el “corazón” de cada área con el objetivo de “simplificar los procesos de la administración y hacer la vida más fácil a los ciudadanos, además de cumplir con la ley de desburocratización”.

“No hay que hacer grandes anuncios de proyectos, sino ir construyendo todos los días ese proceso de transformación”, sentenció el entrevistado que adoptó la noción de gobierno como plataforma y abrazó el concepto de generar el valor público que implica la satisfacción del ciudadano frente a los servicios que le presta el Estado. Y, en ese esquema, la historia clínica digital y unificada es un ejemplo más.

Hoy, el desafío es lograr la integración nacional en un esquema común, “que nos permita integrar los sistemas más allá de las tecnologías particulares”, dijo y conceptualizó que “los modelos de transformación digital no son tecnológicos, son culturales, e implican cambiar la forma de pensar y de ver las cosas. O sea, tenemos que romper con determinadas culturas que llevamos impuestas en la toma de decisiones, tanto del Estado como del mundo privado”.

Y en ese sentido, Salud representa otro desafío. “La del BUS de interoperabilidad, que para mi gusto no es lo que se tendría que haber desarrollado sino mediante un ecosistema de integrabilidad, porque centraliza mucho las cosas”, criticó. “Inclusive, sus objetivos no se cumplieron. Sí se han cumplido algunas cosas por efecto de la pandemia, por la necesidad que tuvo el Estado Nacional y provinciales de tener información para tomar decisiones, pero a los ciudadanos no nos han resuelto nuestro problema de salud, de tener nuestra historia y estar en poder de nuestros datos”, manifestó.

Para Laffitte, la clave no es que los efectores de salud tengan el poder sobre los datos sino trasladar esa potestad a cada persona. “Hay un pensamiento gobierno-céntrico basado en resolver las necesidades del gobierno, de los organismos de gobierno, cuando el foco debería ser resolver las necesidades de los ciudadanos: hay que cambiar el paradigma para producir ese cambio cultural en el uso de las herramientas tecnológicas que están disponibles”.

Hoy, la Comisión Asesora avanza en un diagnóstico que todavía está en proceso de realización y que continuará en 2022. “Estamos haciendo un buen trabajo de recopilación de información y tomando contacto con otras realidades como la de Uruguay”, dijo este entrevistado y explicó que la intención es conocer experiencias y buscar cuál se adapta mejor a las condiciones federales de la Argentina.

“Hoy que tenemos que convivir los estados provinciales y el Estado nacional. En esto no somos un país unitario que quizás y desde un punto central se pueda resolver todo fácilmente. Tenemos que conciliar (normas, decisiones, tecnología, estándares y más) y buscar los puntos de unión para que puedan convivir y no que cada uno tenga que reemplazar lo que tiene”, manifestó y resumió que “tenemos que integrarnos. Somos más parecidos a la Unión Europea que a un país unitario”.

Y, en esa diversidad, también se analiza la interoperabilidad transfronteriza, tanto con Uruguay, con Brasil, con Paraguay, con Bolivia, con Chile, no sólo por el tema de la salud, sino por toda la movilidad, el comercio, la justicia, entre otros aspectos.

Y en este tren de resolver dificultades, la conectividad está en el centro de la escena “para romper no solo con la brecha social, sino con la brecha geográfica”, dijo y recordó que en Neuquén la apuesta fue por la conectividad total y valoró que en el país se está avanzando con diferentes estrategias de capilaridad del servicio y de mejora de las calidades de los enlaces. Pero hasta en Estonia reservaron la posibilidad de realizar trámites en papel, para aquellos que no acceden a la digitalización.

“El pensamiento tiene que ser primero en digital, cuando se hace la reingeniería de un proceso o se ofrece un servicio nuevo, hay que pensarlo primero así y luego la opción para aquel que no se puede conectar, por ruralidad o lo que fuera”, destacó Laffitte y apostó por dar ese salto, que es cultural, que es de largo plazo y que está en marcha.

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