El uso de la Firma Electrónica Avanzada para recetas ya no es una obligación en Chile luego de que se sancionara la Ley 21.267 que, publicada este martes 22 de septiembre de 2020, formalizó una normativa de excepción enmarcada por el contexto de alerta sanitario que impuso el Covid-19.
Inclusive, prorrogó por seis meses la vigencia de aquellas prescripciones emitidas en pandemia para facilitar la dispensa de los productos farmacéuticos allí indicados tras terminada la pandemia.