23 noviembre, 2024

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Cirugías y rehabilitación: las especialidades que lideran el uso de la robótica

El alto costo de los sistemas robóticos –de varios millones de dólares-, junto con la falta de mano de obra calificada y de políticas de reembolso y regulación aparecen en el informe de BIS Research como limitantes para el desarrollo. Sin embargo, la consultora es optimista: “Entre 2014 y 2017, el sector creció a una tasa constante de 12,08%”, y observa valiosas estrategias de actores clave de esta industria que incluyen lanzamientos y mejoras de productos, además de fusiones y adquisiciones de compañías.

El informe también señala una serie de oportunidades que podrían beneficiar a los jugadores del mercado de la robótica sanitaria. Entre ellas, la integración de Inteligencia Artificial (IA), el aumento en la adopción de tecnología robótica para tratar tumores cancerígenos y otros benignos, el incremento del uso de sistemas robóticos de atención médica de bajo costo y en medicina diagnóstica, y el desarrollo de micro y nano robots para cirugías.

BIS Research segmenta la robótica sanitaria tanto por mercado (Norteamérica, Asia-Pacífico, Europa) como por producto. En este último caso, propone sistemas robóticos, instrumentos y accesorios, y servicios. Y son -según BIS Research- los instrumentos y accesorios los que lideran el mercado.

Recorrido. La relación entre la robótica y la medicina tiene aplicaciones diversas, aunque pueden distinguirse dos grandes áreas de impacto: asistencia al profesional y apoyo al paciente. En ambos casos, la robótica debe su desarrollo en el sector de la salud al progreso que atravesaron la electrónica, la mecánica, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y el software. Son las cuatro patas que sostienen la alianza entre la robótica y a la medicina, que a su vez se retroalimentan y consiguen avances muchas veces impensados sin esa colaboración.

Para el profesional médico, existen desarrollos de robótica que pueden ser aplicados cirugía, terapia, diagnóstico y exploración. Mientras que para los pacientes, suelen estar enfocados en rehabilitación, y en asistencia para mejorar la capacidad de independencia.

Entre las principales especialidades que emplean robots, se encuentran neurología, cirugía mínimamente invasiva, tecnología de asistencia a pacientes, prótesis y rehabilitación. Y suelen emplearse robots médicos, biorobots y sistemas biomecatrónicos (que integran la biología, la mecánica y la electrónica). En el caso de los pacientes, se usan robots y herramientas mecatrónicas para rehabilitación neuromotora y entrenamiento), así como tecnologías de asistencia (robots y máquinas destinadas a mejorar la capacidad de independencia).

Lo importante de la robótica médica es que permita mejorar los procedimientos. Ser una herramienta que sirva para compensar las deficiencias y limitaciones que pueda tener el cirujano. Dar precisión en los movimientos, separar al cirujano de la sala de operaciones, habilitándolo a llegar a pacientes alejados o inaccesibles.

Gracias a la robótica, pudieron implementarse técnicas de cirugías mínimamente invasivas con resultados positivos como la posibilidad de que algunas intervenciones complejas o irrealizables, se hagan, y que los tiempos de intervención y recuperación se reduzcan.

Equilibrio. Pero los avances tecnológicos revelan que el uso de sistemas robóticos en la medicina requiere de un equilibrio que sopese los pros y los contras. La cirugía convencional, por caso, tiene la ventaja de utilizar información cualitativa, requiere de una fuerte coordinación mano-ojo, es flexible, adaptable y además, fácil de instruir. Sin embargo, es limitada en precisiones geométricas y en esterilidad, no emplea información cuantitativa (es decir, aquella que permite por ejemplo la Inteligencia Artificial), no se vale de destreza fuera de una escala natural, es susceptible de infección y se pone en juego el cansancio del cirujano.

En cambio, la cirugía asistida por robots además de precisión geométrica, ofrece esterilización, sensores de control, movimiento de escala y estabilidad. También es incansable. Pero una inserción de tecnología robótica sin una adecuada evaluación crítica y valorativa que sea incapaz de equilibrar lo valioso de una cirugía convencional y una robótica, puede ser un gran error y una fuerte desventaja para el avance de la relación entre robótica y salud.

Por su potencialidad de aplicaciones, la cirugía es la especialidad médica que más integró la robótica. Sin embargo, el principal inconveniente de los grandes asistentes quirúrgicos es que presentan elevados precios, tornándolos muchas veces inaccesibles para los centros de salud.

La robótica quirúrgica suele utilizarse para cirugía ginecológica, urológica, ortopédica, neurológica, transoral y general, entre otras. Mientras que en rehabilitación, los usos se clasifican por terapéuticos, asistenciales, exoesqueleto y biónicos. Según BIS Research, en 2017 los robots de rehabilitación dominaron el mercado por aplicación.

Quizás el más conocido de los sistemas robóticos para cirugías sea el Da Vinci. Se trata de un robot quirúrgico cuya primera versión surgió en 1999. Realiza procedimientos de cirugía abdominal por vía laparoscópica donde el cirujano puede observar las imágenes en la pantalla de un monitor.

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