18 enero, 2025

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May Chomali de CENS: “lo próximo será avanzar en una propuesta de gobernanza de datos”

En diálogo con Salud en Línea, May Chomali, directora Ejecutiva del Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud de Chile (CENS), anticipó que el próximo paso del CENS será avanzar en una propuesta de gobernanza de los datos para los hospitales. “Pensamos en ampliar el espectro, entrar en el mundo de la ciencia de datos, su gestión, análisis, flujo y almacenamiento”, explicó Chomali.

Acerca del recorrido del CENS, aseguró que superaron los resquemores que producía que una entidad privada se involucrara en políticas públicas. Conformaron un equipo de profesionales destacado, se relacionaron con organismos públicos de Chile y de la región, y hoy se plantean como una institución de referencia para la certificación de calidad en los distintos aspectos que involucran a la transformación digital de la salud, desde la formación hasta las recomendaciones de buenas prácticas, pasando por la difusión, capacitación y guías de implementación con la interoperabilidad como eje central.

CENS está conformada por un grupo de aproximadamente 20 personas. Es financiado en un 50% por el Ministerio de Ciencias de Chile y en un 50% por la venta de servicios de consultoría, formación, capacitación y proyectos de interoperabilidad. Aunque nació en Chile, tiene proyección regional e internacional a través del apoyo en distintos proyectos junto a entes como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entre otros.

Génesis y desarrollo. CENS surge en 2017 cuando la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) de Chile impulsaba el proyecto “Transforma Salud”, pero “al notar que esa transformación era lenta y realizada con medios arcaicos, pensaron en la creación de un centro independiente, no involucrado en la contingencia para apoyar y traccionar esa transformación digital de la salud en Chile”, explicó.

“El desarrollo del CENS no fue sin dificultades”, aclara Chomali. En un principio, no fue visto con buenos ojos que un ente privado estuviera involucrado en políticas de Estado. A pesar de ello, lo que hizo el CENS fue formar su capital humano, principalmente relacionado con la interoperabilidad -algo de lo que nadie hablaba en ese entonces en Chile-, y con el desarrollo de la telemedicina.

La pandemia hizo que todo el sector comenzara a mirar con mejores ojos la transformación digital de la salud y lo evaluaron como un buen modelo de atención complementario a lo presencial. “Además, a partir de la pandemia, la relación con las autoridades fue más fluida con proyectos de interoperabilidad junto al Ministerio de Salud y aportes en la promulgación de la ley de interoperabilidad”, ejemplificó la directora Ejecutiva de CENS.

La Norma 3858 también fue impulsada por CENS. Se trata la versión chilena del estándar internacional ISO 13131 “que permite avanzar en directrices claras y buenas prácticas para garantizar que la atención a distancia sea segura, efectiva y de alta calidad”.

Soporte y expansión. En la región apoyaron a Colombia en su proyecto de interoperabilidad y participaron en la iniciativa multi-país LACPass, desarrollada por RACSEL (Red Americana de Cooperación sobre Salud Electrónica) y el BID. 

LACPass comenzó como un proyecto de emergencia por el COVID-19 que finalizó en octubre del año pasado. El CENS ofreció asistencia técnica y colaboración para garantizar que los certificados digitales de COVID-19 cumplan con los estándares internacionales de calidad de manera que un certificado generado por alguno de los países participantes pueda ser verificado en cualquier otro. 

Actualmente, se trabaja en una prueba de concepto que busca demostrar que es posible el intercambio y la verificación de manera segura de los datos médicos de las personas que cruzan fronteras en la región.

“En el ámbito internacional hemos trabajado y colaborado con la OPS en calidad de sistemas, en registro de inmunizaciones, y en evaluación de los sistemas de los países”, señaló Chomali, y resaltó: “Siempre nuestro foco es evaluar y promover implementaciones, interoperabilidad y adopción de sistemas, para contar con los datos que se puedan utilizar en el sentido de mejorar los sistemas de salud”.

Avances y proyecciones. El CENS desarrolla herramientas que evalúan y miden las mejores prácticas y estándares tanto técnicos como clínicos de las soluciones tecnológicas. Es parte de su trabajo de consultoría a través del cual también analiza los programas formativos en salud digital para que se adecuen al modelo de competencias referenciales y certifican los perfiles laborales de las personas que se desarrollan en este campo.  

Entre los instrumentos de medición y certificación de calidad encuentra el Sello de Calidad que le da legitimidad a diferentes aspectos como Registro Clínico Electrónico, Software en Salud, Software en Telemedicina y Sistemas de Información de Laboratorio.

En el caso de la telemedicina, la certificación es obligatoria para aquellas instituciones que quieren prestar servicios al Fondo Nacional de Salud de Chile. “Esto elevó el nivel, dio un espaldarazo importante al trabajo del CENS”, reconoció Chomali, quien explicó que “se realiza la evaluación de los sistemas sobre aspectos de seguridad, interoperabilidad, usabilidad, fiabilidad, etc y si se cumple con los requisitos establecidos como estándares, se les entrega el sello, pero si no lo hacen deben realizar las mejoras y retornar para obtenerlo”.

De 40 que se presentaron al sello de telemedicina, lo lograron 25. Los prestadores están exigiendo el Sello CENS para contratar. “Esto impacta en que los pacientes y médicos sepan que están dentro de un sistema que está certificado en calidad”, aseguró la directora Ejecutiva de CENS.

La ejecutiva de CENS explicó que la transformación digital de la salud “debe ser con el paciente” y por ello trabajan con asociaciones que emitieron un manifiesto para la salud digital que expresa las expectativas de la salud digital en Chile desde el punto de vista del paciente. Con esta información desarrollaron el sello de calidad B-PRACSIS, un instrumento de evaluación para la madurez de la transformación digital de la salud del que participan cerca de 90 instituciones y que analiza las buenas prácticas y cuánto se involucra al paciente en las implementaciones.

HL7 FHIR. Otra propuesta de CENS es la plataforma educativa Huemul, creada para la comunidad mundial de desarrolladores en salud digital, con el objetivo de promover la enseñanza y aprendizaje del estándar de intercambio de información en salud, HL7 FHIR.

Huemul surgió de la necesidad de agilizar el proceso de evaluación de estos desarrolladores, luego de la experiencia de 2018 cuando el área de Interoperabilidad del CENS impulsó una serie de tutoriales gratuitos para desarrolladores en cuatro regiones del país. En esa ocasión, convocaron a más de 300 personas que pudieron comprender la aplicación del estándar FHIR con mentores regionales y extranjeros, pero cada ejercicio evaluado en los talleres demandaba más de dos horas y un equipo de cinco ingenieros para su revisión.

De esta experiencia y la necesidad de agilizar este proceso, nace Huemul. Pone a disposición contenidos y herramientas que permiten diseñar, ejecutar y evaluar el uso de FHIR; sin que sea persona-dependiente; y conectar a las personas que enseñan con las que necesitan formación en este lenguaje.

Saltar barreras. “Se trata del capítulo chileno de HL7 alojado en CENS como institución independiente autorizada para certificar a personas formadas en este estándar”, manifestó Chomali. En Chile se utilizó para todos los ingenieros implementadores de salud de hospitales regionales y se les entregó la certificación HL7 a todos los que pasaron la prueba. Un 30% lo obtuvo. “Fue tan bien valorado que HL7 está analizando utilizar Huemul para certificar a nivel internacional”.  

Consultada sobre si la conectividad es una traba para la transformación digital, Chomali aseguró que “En Chile, la conectividad es bastante buena, aunque hay zonas en las que no hay o es deficitaria, pero existen herramientas para solucionarlo”. En este sentido, dijo que “El porcentaje de gente que no posee buena conectividad en Chile es menor al 3%, y lo que me preocupa que lo usen como excusa para no avanzar en la digitalización”.

Por otro lado, observó que “por temas regulatorios, cada proyecto TIC tiene que pasar por un proceso de autorización que demora tanto que lo que se implementa está obsoleto, y esto requiere de una Estrategia de Transformación Digital para el país que sea sostenible en el tiempo”. Y concluyó que “muchos creen que porque las personas son nativas digitales no necesitan de educación en salud digital, y es un error que también se convierte en una traba para avanzar”.

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