Moderado por Marisa Citarella, líder de desarrollo de negocio del laboratorio de Patología para Latinoamérica de Roche; el panel sobre patología digital e Inteligencia Artificial (IA) -del que participaron Hernán García Rivello, jefe del departamento de Patología Clínica Hospital Italiano de Buenos Aires (HIBA); Rafael Ochoa Auerbach, director de Servicios Diagnósticos y Alisson María Malpica Pittol, jefa del departamento de patología; ambos del Hospital Angeles Health System- abordó distintos ejes. Entre ellos, la importancia de dar el paso hacia la digitalización de la especialidad porque permite resolver el problema de escasez de patólogos, democratiza el acceso a diagnósticos de especialistas y segundas opiniones, y allana el camino hacia la IA aplicada a patología que, en una primera instancia ayude a determinar los casos “limpios” de aquellos en los que hay algún hallazgo. También a ofrecer mayor precisión en cuánto se absorbió un tumor a partir de un tratamiento.
Todos los participantes del panel reconocieron en la implementación de tecnología algo necesario y conveniente porque a corto o largo plazo un buen diagnóstico permite ahorrar en tratamientos innecesarios, algo que beneficia al sistema y al paciente.
Según Rivello de HIBA, “tenemos el desafío de digitalizar toda la de trabajo que incluye consultas, procedimientos, preparados histológicos, citologías, etc”.
En México, el sistema sanitario se divide por partes iguales en público y privado. El Hospital Angeles Health System es la red hospitalaria privada más grande de ese país con 27 hospitales distribuidos en todo el territorio, en su mayor proporción de tercer nivel. Según Ochoa Auerbach, “tenemos vocación quirúrgica por lo que la patología se vuelve muy relevante”, y detalló: “somos 15.000 colaboradores, tenemos más de 400 quirófanos de los cuales aproximadamente 200 son inteligentes, y atendemos una población de poco más de 1 millón de personas”. Ochoa Aurebach aseguró que “contamos con una fuerte inversión en tecnología tanto en software, como en hardware y dispositivos médicos”.
Las tendencias revelan que la incidencia del cáncer a nivel mundial tendrá un incremento del 33% en la próxima década, a lo que se suma la escasez de patólogos. El panorama pone a la salud digital en un lugar relevante para dar respuesta a lo que se viene.
Malpica Pittol de Hospital Angeles Health System, reconoció la falta de patólogos en todo el mundo y dijo que en México -un país de 130 millones de habitantes-, “siempre optamos por estrategias para lidiar con esa escasez”. Y destacó: “Estamos apostando a la creación de redes de patólogos para interconsultas a nivel nacional porque creemos que si se organiza bien qué especímenes quirúrgicos va a ver cada quién, haremos más eficiente el sistema”.
García Rivello, de HIBA, comentó que “en Argentina, en especialidades críticas como pediatría, patología y cuidados intensivos; quedan puestos de residentes libres que no se alcanzan a cubrir”. En este sentido, señaló que “la salud digital es una herramienta para llegar con servicio allí donde no hay patólogos y
también para contar con especialistas donde se dé más trabajo de rutina entre pares que de segunda opinión”.
Hacia la patología digital. Según un estudio presentado por Roche entre las ventajas de implementar la patología digital se encuentra que se accede a imágenes remotas, la disminución del tiempo al diagnóstico, y la posibilidad de garantizar la precisión y reproductividad a través de la IA. Mientras que los desafíos van desde el costo de implementación hasta la necesaria interoperabilidad de los datos, pasando por falta de conciencia sobre los beneficios y el requisito de una infraestructura de Internet robusta.
Frente a esto, Ochoa Aurebach de Hospital Angeles Health System dijo que “la transformación digital es una realidad”. Y explicó que si bien implementaron una HCE en todo el sistema, en patología se encuentra rezagado, “y se vuelve imperante instaurar un LIS ((Laboratory Information System) para esta especialidad”. Ochoa Aurebach aseguró que “en Roche encontramos una solución idónea, segura e interconectada, que nos permitió comenzar a desarrollar una red de patólogos”. Cuando se enfrentaron al problema del almacenamiento de las imágenes, empezaron a trabajar con Amazon Web Services (AWS), y desplegaron distintos niveles de storage para optimizar los costos.
“En el caso de HIBA, contamos con un departamento de informático muy fuerte y con mucha historia”, destacó García Rivello. En HIBA, Anatomía Patológica posee un LIS implementado y el desafío es la comunicación entre la HCE y laboratorios que no tienen mucho desarrollo en sistemas. “Ahora tenemos un scanner que nos permite cumplir con los requerimientos y pensar cómo va a impactar en el flujo de trabajo diario, por lo que por ahora convive lo analógico y lo digital”. Según García Rivello, la eficiencia está en escanear toda la producción, digitalizarla y poder acceder.
Costos y oportunidades. Con respecto a los costos para ir hacia una patología digital, García Rivello sugirió “aumentar la productividad y lograr una ecuación que permita invertir en tecnología y dar servicios diferenciales, además de contar con metadatos organizados para que sea sustentable”.
Por su parte, Ochoa Auerbach de Hospital Angeles Health System, dijo que “para lograr el mayor acceso de pacientes a los servicios oncológicos, estamos buscando ser una red en todos los niveles”. Esto los llevó a buscar penetrar más en oncología. Hoy cuentan con un ciclotrón y por sumar otros dos, 15 PETS/CT en todo el país, y otros equipamientos que es necesario llevar allí donde están los pacientes. “Pero encontramos una oportunidad en patología digital, centralizando la interpretación, viajando las piezas a un hospital central y allí las imágenes llegan de manera instantánea, ofreciendo mejor diagnóstico para pacientes que están en ciudades menos pobladas”, valoró Ochoa Auerbach.
Para García Rivello, existen otras aplicaciones para la patología digital que van más allá del diagnóstico clínico y es la generación de grandes bancos de datos de imágenes. “Lo primero es trabajar en generación de bases de datos propias para los distintos tumores, colaborando en redes internacionales. Luego, la generación de algoritmos, ahorrando en el proceso, y habilitando estándares de calidad en el diagnóstico”, señaló.
Enseñarle a la IA. “La IA puede guiar o sugerir estudios a través de patrones, pero no nos va a liberar de estudios genómicos y la protiómica que se viene”, expresó García Rivello.
Para Allison Malpica Pittol, “los patólogos somos un pilar fundamental para la IA, debemos ser entrenadores de la IA”. Y explicó: “Así como el patólogo se hizo entrenando su cerebro, debemos hacer lo mismo con la IA a través de un trabajo multidisciplinario para ver de qué forma podemos organizar los datos y tener la interconectividad necesaria”.
Rafael Ochoa Auerbach, por su parte, manifestó que “la IA puede ayudar en patología para descartar casos limpios de aquellos que hay algún hallazgo, y que luego lo vea un especialista, y en medicina nuclear utilizar algoritmos para conocer cuánto se está absorbiendo el tumor con mucha mayor precisión porque la IA puede contar las células”.