Un estudio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que evaluó el uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) en centros sanitarios maternales de Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Honduras, Paraguay, Perú y República Dominicana, arrojó que del 82% de las 1.877 instituciones consultadas declararon utilizar TICs en la atención materna, el 59% admitió haberlas comenzado a usar a partir de la pandemia.
Entre los resultados de este estudio, se destacó que la mayoría de las 1.877 instituciones que respondieron la encuesta informaron usar las TICs en la atención de maternidad, variando desde el 96% en Perú hasta el 64% en República Dominicana. Las TICs se utilizaron con mayor frecuencia para brindar asesoramiento sobre planificación familiar (64%) y lactancia materna (58%), principalmente por teléfono (82%). A nivel de las instalaciones, la disponibilidad de equipos y cobertura de Internet, junto con recursos humanos capacitados, fueron los principales factores asociados con el uso de las TICs. A nivel nacional, las iniciativas gubernamentales para desarrollar plataformas de salud digitales, junto con las inversiones nacionales en infraestructura digital, surgieron como los factores determinantes en la adopción de las TICs en la prestación de servicios de salud.
El relevamiento de la OPS consultó sobre el impacto de la pandemia en el uso de las TICs: el 42% de los encuestados dijo que su uso de las TICs no cambió desde la pandemia de COVID-19, el 39% que usó las TICs más que antes de la pandemia y el 20% que comenzó a usar las TICs como resultado de la pandemia. Honduras (76%) y República Dominicana (68%) tuvieron la mayor proporción de instalaciones que no cambiaron su uso de TIC durante la pandemia; las de Argentina (63%) y Paraguay (46%) fueron las más propensas a informar que usaban más TICs que antes de COVID-19; y Perú fue el país con más establecimientos que indicaron utilizar las TICs por primera vez (32%). Cuando se les preguntó si continuarían usando las TICs en el futuro, la mayoría de los encuestados (84%) indicó que sí. La proporción que indicó esto fue marginalmente mayor en el grupo que usó las TIC más que antes de la pandemia (90%).
Escenario. Se estima que 8.400 mujeres murieron en 2020 por causas relacionadas con el embarazo y el parto en América Latina y el Caribe, siendo la única región del mundo que no mostró mejoras significativas de la mortalidad materna desde 2000. La pandemia por Covid-19 también impactó negativamente en la reducción de las muertes maternas donde la tasa de mortalidad materna aumentó de 77 muertes por cada 100.000 nacidos vivos en 2019 a aproximadamente 88 muertes por cada 100.000 nacidos vivos en 2020.
Según el estudio, “las desigualdades estructurales profundamente arraigadas contribuyen a las disparidades en las muertes maternas dentro y entre los países”, con mujeres de bajo nivel socioeconómico, que viven en zonas rurales y remotas, y de ascendencia indígena y africana, soportando una tasa de mortalidad materna 1,5 a 3 veces mayor que la de mujeres de otras razas/etnias cada año en Brasil, Guatemala y Paraguay entre 2015 y 2021. En Paraguay, la tasa de mortalidad materna entre las mujeres que no asistieron a la escuela fue 5 veces mayor que entre aquellas con un título de posgrado en 2020. Mientras que las muertes relacionadas con el embarazo y el parto asociados con Covid-19 encontró que el 92% de las muertes ocurrieron entre mujeres no blancas y el 33% entre aquellas que no habían terminado la escuela secundaria. El estudio de la OPS alerta que “la tragedia es que la mayoría de las muertes maternas se pueden prevenir con el acceso universal a la atención sexual y reproductiva”.
El impacto de la salud digital. Las intervenciones de salud digital en la atención de maternidad incluyen visitas virtuales de rutina de atención prenatal y posparto para brindar asesoramiento de salud, identificar señales de advertencia y responder preguntas de los pacientes; wearables y aplicaciones para telemonitoreo de pacientes embarazadas con condiciones existentes, como diabetes gestacional e hipertensión; consejería sobre lactancia materna, salud sexual y reproductiva y salud mental por teléfono o videollamada; utilizar SMS y/o correos electrónicos para enviar recordatorios de citas e información de salud a mujeres embarazadas y en posparto; consultas remotas entre proveedores de atención primaria y especialistas para resolver casos complejos; y gestión y vigilancia de datos de salud materna a través de plataformas como el Sistema de Información Perinatal de la OPS, entre otras.
En este contexto, la salud digital se erige como una poderosa herramienta para llegar a este tipo de población con más y mejor salud. Este estudio de la OPS recuerda que en 2005, los estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptaron la salud digital como una estrategia para cerrar la brecha de acceso a la atención médica y lograr una cobertura sanitaria universal. La OMS define la salud digital como “el uso rentable y seguro de las tecnologías de la información y la comunicación en apoyo de la salud y las áreas relacionadas con la salud”, afirmando que el fortalecimiento de los sistemas de salud a través de la salud digital “refuerza los derechos humanos fundamentales al mejorar la equidad, la solidaridad y la calidad de la salud”. vida y calidad de la atención” Mientras que en 2011, basados en este compromiso y bajo el paraguas de la OPS, los países de América Latina y el Caribe adoptaron un plan de acción para acelerar el progreso hacia el logro de la cobertura sanitaria universal y la reducción de las inequidades en el acceso a la atención a través de la integración TICs en los sistemas y servicios de salud.
Conclusiones. En respuesta a la crisis sanitaria por Covid-19, los usos más frecuentes de las TICs fueron brindar asesoramiento sobre planificación familiar y lactancia materna por teléfono, una tecnología ampliamente disponible en la región. Estos hallazgos están en línea con los de una encuesta global de profesionales de la salud materna, que encontró que entre los proveedores que utilizan las TICs, los usos comunes incluían atención prenatal de rutina (65%), clases de preparación infantil (59%), asesoramiento sobre lactancia materna (50%), y asesoramiento sobre planificación familiar (40%).
Se descubrió que una quinta parte de las instalaciones que utilizaron TICs lo hicieron por primera vez durante la pandemia. Los encuestados para el estudio de la OPS consideraron que las TICs eran una herramienta prometedora para mejorar la calidad y el acceso a la atención. Durante la pandemia de Covid-19, muchos centros recurrieron a las TIC para conectarse con mujeres embarazadas, comunicarse con otros proveedores y gestionar el flujo de pacientes para reducir la congestión.
El informe señala que “la salud digital para la prestación de atención de maternidad dependía de tecnología comúnmente disponible y no requería sistemas muy sofisticados, lo que la convertía en una estrategia sostenible y replicable”. “Sin embargo, -destacan- persisten las disparidades en el acceso a la salud digital y muchos centros en zonas rurales y remotas carecían de conectividad”. Y resaltan: “El uso de las TICs en la atención de maternidad dependen de los compromisos a largo plazo de los países para lograr la salud universal y la cobertura digital”.
