Tres jornadas, más de 600 oradores, casi 480 actividades y 20 tracks simultáneos resumen en buena medida la propuesta que las Jornadas de Informática en Salud del Hospital Italiano (JISHIBA) desarrollaron este año y fueron el ámbito propicio para que se pensara, discutiera y conociera acerca de las oportunidades y los avances que las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs) ofrecen e imprimen en el sector de la Salud.
Organizada desde 2003 por el Departamento de Informática en Salud del Hospital, este evento que por primera vez se realizó de forma virtual, fue el ámbito en el que las experiencias públicas y privadas, locales e internacionales, asociadas a la integrabilidad de datos, la receta digital, la https://www.saludenlinea.com.ar/wp-content/uploads/2020/08/business-2-1.jpg, la Inteligencia Artificial (IA) -por nombrar sólo algunos de los vastos campos de trabajo- fueron abordados por especialistas.
Las asistencias y las recetas. La https://www.saludenlinea.com.ar/wp-content/uploads/2020/08/business-2-1.jpg y la receta digital plagaron, de forma permanente la agenda de un evento ampliamente condicionado por una pandemia que no da tregua.
Una experiencia puntual de la salud digital local fue la plasmada por Mariano Ibarra, médico del Hospital público Dr. Pedro Elizalde, de la Ciudad de Buenos Aires, donde la virtualidad fue percibida como una “necesidad” durante la pandemia por los profesionales que, hasta ese momento, lo contemplaban como práctica informal.
“Creo que la https://www.saludenlinea.com.ar/wp-content/uploads/2020/08/business-2-1.jpg llegó para quedarse en el sector público y hay muchos desafíos por delante”, dijo Ibarra sobre un ejercicio que, entre agosto y octubre, contabilizó 1.286 consultas y de las cuales el 78% fueron resueltas por esa misma vía; y entre los campos de implementación que Ibarra señaló se encuentran la orientación directa a pacientes, la organización entre médicos, la formación de profesionales y el diseño y testeo de nuevos procesos.
Lo mismo sucedió con la firma digital y las necesidades, las posibilidades y los planes que impulsan al Sector en la región. “La idea es que en 2021 tengamos implementada la plataforma de receta digital en Uruguay”, adelantó Pablo Orefice, director del programa Salud.uy, y reconoció que con la pandemia “nos dimos cuenta que el concepto receta es muy importante” en términos de seguridad farmacológica.
“¿Consideran que la firma electrónica avanzada es mejor porque es avanzada? Es ir al fracaso”, sentenció Alejandro Mauro, jefe de Informática Biomédica de la Clínica Alemana de Chile y detalló que “en ningún lugar del mundo se usa porque en aquellos lugares en los que se consiguió implementar, ya la probaron y renunciaron a ella. En Chile tenemos la experiencia de haber transitado cinco años presionados por la exigencia de una ley que sólo llevó a que fracasaran todos los proyectos, y que se resolvió en una sanción de la Cámara de Senadores en la que se admite el error”.
Un padrón de gente habilitada para emitir recetas, un software que gobierne que la información cargada sea fidedigna y esté completa, y una base de datos que organice la dispensa de medicamentos resume, a título de los oradores, las necesidades en materia de prescripción.
Una apuesta por la inteligencia. “Legislar es clave para que la tecnología avance”, destacó Cecilia Sleiman, subsecretaria de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación, y marcó una necesidad que se fue replicando a lo largo de las jornadas.
“La innovación en salud es necesaria y de manera urgente por su alto y transversal impacto”, dijo Valeria Palacios, directora Programa de Aceleración Corporativa, Alianzas y Startups de InterSystems Chile y estuvo en sintonía con la experiencia de Diego Pereyra, CEO de Medivac y coordinador de Terapia Intensiva en el Sanatorio Güemes que, a partir de la implementación de una herramienta de Machine Learning realizada junto a la compañía Rockingdata, admitió que “hoy puedo anticiparme al rebrote”.
Sucede que la IA juega un rol fundamental y fue un tema destacado que ameritó el desarrollo de un simposio específico que, en el marco del evento general, congregó una nutrida agenda. Entre sus oradores, Enrico Coiera, profesor de Informática Médica, director del Centro de Informática de la Salud de la Universidad Macquarie de Australia y especialista en la materia, admitió que “el mercado de la Salud es probablemente uno de los más grandes del mundo”, y que “cuando se trata de IA las cosas funcionan cuando están bien diseñadas”.
En ese mismo ámbito, el tecnólogo Santiago Bilinkis subrayó que “la IA pasó de ser un concepto teórico que se estudiaba en la facultad a estar absolutamente en cada app”, al tiempo que María Isabel Iñigo Petralanda, abogada especialista en derecho de salud y ética biomédica, subrayó que “tiene que haber un respeto por la vida física, pero también por el espíritu de la persona que comparte un dato. El dato es algo de la persona en términos sanitarios por eso tiene que recibir un cuidado ético”.
Un faro en la neblina. El caso de Estonia, el país más digital del mundo, fue una destacada presencia del JISHIBA que contó con la participación de Marten Kaevats, asesor Digital Nacional de la Oficina de Gobierno de aquel país, y a quien le sucedió la ponencia de Gustavo Giorgetti, impulsor de la transformación digital en Neuquén sobre la base de aquella experiencia. (Ver entrevista exclusiva: “X-Road genera un ambiente sanitizado de comunicación digital”)
Se trata de una iniciativa que, en términos de Kaevats “propicia una arquitectura de confianza global”, a la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) suscribió para propagar al mundo y que, para este orador destacado “implica una transformación digital que comienza por el cambio mental y cultural” y para la que instó a “construir una arquitectura legal, en paralelo a la tecnológica”.
En ese sentido, el especialista estonio sostuvo que se trata de “poder generar los vínculos de confianza que permitan saber con certeza” los procedimientos médicos mediante un sistema digital distribuido, en el que X-Road es “la columna vertebral” y cuya validez documental está garantizada mediante el uso de tecnologías como blockchain.
“Si Internet es como el ferrocarril, X-road es como un contenedor que te permite llevar algo de un lado a otro con total seguridad”, simplificó Giorgetti, sobre una experiencia que en Neuquén vincula a más de 50 organizaciones, públicas y privadas, y agregó que “X-Road es el soporte técnico de la interoperabiliad y no quiere hacer nada más”.
“Es muy importante que las personas que se encargan de esto trabajen para lograr la interoperabilidad de la información”, admitió y adelantó que “en los próximos seis meses deberíamos poder cubrir la mitad del mundo e, inclusive, trabajamos con una organización sueca para habilitar una solución de Inteligencia Artificial para todo el mundo”.
“Somos la sociedad digital más avanzada del mundo en los últimos 30 años, creamos un modelo y estamos dispuestos a cederlo al mundo; ojalá podamos disminuir la burocracia con este esfuerzo, en vez de aumentarla”, dijo Kaevats.
A propósito de la estrategia de trabajo junto a la OMS, Kaevats dijo que “es un llamado a la acción de Estonia, apalancado por ellos y hay muchos países trabajando: Japón, Chile, Reino Unido, Alemania, Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia y Kenia; buscamos, al menos, tener una experiencia de cada continente y con 40 o 50 países es suficiente para empezar; luego, el resto tiene que darse cuenta que es necesario”.
La posibilidad de viajar o darle trazabilidad a las dosis de vacunas fueron algunos de los ejemplos que Kaevats desarrolló y sentenció como “muy práctico y pragmático” y que “el 16% del mundo lo está probando”.
