El 25 de abril, el Instituto Alexander Fleming (IAF) realizó el Segundo Simposio de Informática Oncológica (SIO2024). La primera edición de SIO, en 2023, surgió de la necesidad de conformar un espacio que permitiera debatir sobre informática en oncología, entonces se mostró qué hacía el IAF. La experiencia fue tan enriquecedora que decidieron sumar nuevos casos y soluciones de otros actores de la comunidad de salud digital para ampliar el conocimiento y compartirlo.
Este año, el IAF abrió sus puertas a Clínica Alemana de Santiago (Chile), al Hospital Universitario Austral, a la Dirección General de Sistemas de Información Sanitaria (DGSISAN) del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, a empresas como Dedalus, Roche, Geocom, MoveSmarter Health, DeepTalk IA Healthcare, y a organizaciones como Global Digital Health. Participaron del SIO2024 más de 150 asistentes en dos modalidades, presencial y virtual.
Martín Bonorino, subgerente de Sistemas de IAF, se mostró agradecido y orgulloso del trabajo realizado por equipo de informática en salud del IAF y a la comunidad en general para alcanzar estos simposios, dijo que “tecnológicamente, no hay límite para lo que hacemos”; y explicó que desde la informática en salud “se están haciendo muchas cosas novedosas, algunas de las cuales están implementadas y otras en desarrollo, y todas apuntadas a colaborar con el diagnóstico, la prevención y el tratamiento”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 10 millones de personas mueren por año a causa del cáncer en todo el mundo y existen estimaciones que sostienen que para 2050 esta cifra ascenderá a 35 millones, es decir un 77% más. En la Argentina, alrededor de 61.000 personas por año pierden la vida por esta enfermedad.
Las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) son una importante herramienta de colaboración en este contexto. En el caso del diagnóstico, especialmente realizado por imágenes, porque ayuda a la detección temprana. La telemedicina, por su parte, luego de su auge por la pandemia, permitió que muchos pacientes consulten especialistas sin tener que trasladarse grandes distancias. Los biomarcadores posibilitaron comenzar a trabajar en medicina de precisión para hacer el tratamiento adecuado a cada paciente, la Inteligencia Artificial (IA) vino a agilizar el trabajo de los profesionales de la salud y a procesar el desarrollo de nuevos fármacos en la industria farmacéutica, entre otras aplicaciones.
“Es hacer lo mismo más rápido y de manera más eficiente, es la innovación”, señaló Bonorino, quien aseguró que “si bien en el día a día no trabajamos en ese nivel, sino en gestionar y eficientizar lo que tenemos; damos pequeños pasos de innovación para mejorar que son tan importantes como todo lo que se viene”.