5 octubre, 2024

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La ciberseguridad en el centro de la escena del 5G aplicado a la salud

5G avanza y la ciberseguridad es clave para acompañar el desarrollo de una de las tecnologías móviles que podrían revolucionar las distintas industrias. Entre ellas, la de la salud. Por eso, en esta segunda entrega de la Radiografía sobre el impacto de 5G en este sector, el foco es evaluar cuáles son las garantías que tiene la población acerca del uso de la tecnología 5G para aplicaciones relacionadas con la salud. El Internet de las Cosas Médicas (IoMT, por sus siglas en inglés) basado en 5G se pone en el centro de la escena, y una primera lectura del análisis arroja que la ciberseguridad debe ser una prioridad para todos los eslabones que conforman la cadena del IoMT (empresas médicas, desarrolladores de software, proveedores de hardware de infraestructura de red, fabricantes de equipamiento, etc), y no sólo para los operadores de telecomunicaciones, que son quienes proveen el servicio de conectividad 5G.

Lo más importante que pueda dar 5G a los usuarios está estrechamente ligado al uso que se le dé a la tecnología. Como se dijo en el número anterior de Telemedicina. Salud en línea, 5G fue concebida y desarrollada para aplicaciones críticas que necesitan de una muy baja latencia en la transmisión de los datos, para ser ultra-confiable y para otorgar certeza que esos datos llegarán a destino en tiempo y forma. Para quien quiera ver un video 8K será fundamental la velocidad de descarga, pero si se está aplicando a una cirugía remota, la latencia cobrará más relevancia.

Según datos publicados por Bussiness Insider, en 2020 habrá 646 millones de dispositivos médicos conectados a Internet, es decir, un boom para el IoMT. Son pronósticos que pre-anuncian una revolución para el cuidado de la salud, para los negocios y para el desarrollo de políticas públicas, pero que también prenden señales de alerta sobre la seguridad asociada a este nuevo escenario.

Hernando Castiglioni, gerente de Ingeniería de Sistemas para el Cono Sur de Fortinet

Expectativa y realidad. Los eventos tecnológicos suelen anticipar escenarios, aunque la brecha entre la expectativa y la realidad cada vez se achica más.

Los dispositivos IoMT insertados en el cuerpo de las personas –por ejemplo, marcapasos conectados- permiten su monitoreo, control y parametrización remotos; aunque sin una correcta solución de protección podrían habilitar la adulteración de la información con consecuencias muy graves. “Aquí es donde entra en juego la seguridad. Nosotros estamos especializados en resguardar las redes, no sólo de los prestadores de servicios de telecomunicaciones, sino de los sistemas de comunicación montados por organizaciones pertenecientes a todos los segmentos de la economía”, explicó Hernando Castiglioni, gerente de Ingeniería de Sistemas para el Cono Sur de Fortinet. Esta compañía especializada en la ciberseguridad, trabaja en todos los segmentos verticales. En el caso de la salud, en la Argentina tiene como clientes, por ejemplo, el Hospital Italiano de Buenos Aires y el Sanatorio Allende de Córdoba.

En febrero, en la tradicional Mobile World Congress se realizó la demostración de una cirugía teleasistida con 5G, y la noticia recorrió el mundo. Apenas dos meses después, en China el neurocirujano Ling Zhipei desde la ciudad de Sanya en la isla de Hainan, dirigió el procedimiento de la implantación de un estimulador neuronal en un paciente con párkinson que estaba a 3.000 kilómetros de distancia, en el Hospital General de Pekin, para luego manipularlo a distancia.

En la región también hay pioneros. El 9 de abril de 2019, Uruguay a través de su compañía estatal de telecomunicaciones Antel se convirtió en el primer país de América latina y tercero del mundo –sólo detrás de Estados Unidos y Corea del Sur- en lanzar 5G comercial. Lo hizo luego de un camino de fortalecimiento de la infraestructura de red y conectividad local e internacional. Lo primero que buscaron los ejecutivos de Antel fue poner paños fríos al entusiasmo exitista y marketinero: Aseguraron que el foco principal de 5G comercial en sus comienzos en el país no será la banda ancha móvil sino la inalámbrica fija. Y que será el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) en distintos verticales el que guiará el camino del despliegue y del desarrollo de la nueva red 5G.

Durante la feria Futurecom que se realiza en octubre de cada año en Brasil, Ericsson demostró que podían transmitirse en tiempo real a un médico que estaba en otro lugar, las imágenes tomadas por un guante táctil inteligente que rastreó el vientre de una embarazada. Esto permitió que se efectuara un informe de evaluación y un diagnóstico, sin la necesidad de que médico y paciente estén en un mismo sitio. El operador de telecomunicaciones TIM colaboró con la conectividad.

Concientización y éxito. “La digitalización cambió mucho la forma de trabajar con los pacientes. Permite que los profesionales extraigan datos de los dispositivos móviles. Esto también posibilita intervenciones en tiempo real, o identificar escaladas peligrosas de enfermedades y anticiparse con intervenciones sensibles a tiempo”, señaló Castiglioni. Y, frente a esto, aseveró: “hacer un uso correcto de los datos es clave”.

El ejecutivo de Fortinet, aseguró que “lo más importante es comprender cuáles son o podrían ser los riesgos y actuar en función de eso”. Y continuó: “Es fundamental para toda empresa de salud asesorarse, involucrar a un especialista en ciberseguridad que pueda darle información correspondiente en cuanto a los peligros a los que se está expuesto. Y será la firma especializada en la encargada de medir y cuantificar esos riesgos”.

Si bien es algo incipiente, existen muchos desarrollos de monitoreo de pacientes, de diagnóstico a distancia y de gestión de servicios al afiliado o al cliente de una prepaga que se apoyan en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) que traen aparejadas distintas necesidades. En este sentido, Castiglioni señaló que “la preocupación genuina es fundamental para comenzar a proteger las redes y los datos”.

En el universo del 5G y del IoT, las aplicaciones pueden comenzar en un prestador de servicio de telecomunicaciones y pasar por distintos eslabones de la cadena de valor. Como es el caso de la industria de la salud: hay entidades médicas, desarrolladores de aplicaciones y de software, proveedores de dispositivos y hardware, etc. El punto es que todos trabajen en el mismo sentido y con protocolos de seguridad acordes. En este sentido lo hace la 3GPP –organización internacional que rige los estándares de comunicación móvil, que aprobó el estándar y las especificaciones finales para el 5G. Sin embargo, aunque el protocolo de por sí sea seguro, la clave será mantener esa protección en toda la cadena de valor.

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