16 septiembre, 2024

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Cromodata propone un HUB de datos sanitarios representativos de Latinoamérica

La startup argentina liderada por Keila Barral Masri ofrece una solución tanto a los generadores de datos sanitarios como a sus proveedores y otros actores que los necesitan para desarrollar herramientas, productos y servicios. Desde Cromodata sostienen que, en Latinoamérica, se tarda entre 5 y 10 años para obtener el diagnóstico de una enfermedad crónica porque la información del paciente no está integrada. Y esa dificultad del sistema de salud es lo que los hizo fundar la compañía cuyo equipo está conformado por pacientes que experimentaron este tipo de problemas.

“Buscamos generar un HUB de datos de América Latina que sea representativo”, dijo Barral Masri, co-fundadora y CEO de Cromodata. En diálogo con Salud en Línea, la CEO de la compañía aseguró que “la fragmentación de los datos clínicos de un paciente en el sistema de salud repercute en que no se puedan obtener diagnósticos tempranos y tratamientos a tiempo, y decidimos utilizar la lógica de los datos para lograr un cambio en este sentido”. Y destacó: “la industria de la salud genera el 30% de todos los datos del mundo, pero América Latina sólo aporta el 1% de la información para estudios de medicina genómica”.

Modelo de negocio. Cromodata es una plataforma de intercambio y puesta en valor de datos sanitarios anonimizados. Le dan la posibilidad a quienes originan estos datos sanitarios (imágenes de diagnóstico médico, información estandarizada de historias clínicas, estudios oftalmológicos, etc) de intercambiarlos con sus proveedores y otros players. Los primeros -clínicas, sanatorios, instituciones de diagnóstico por imágenes, etc- se benefician porque reciben una compensación económica de parte de aquellos que los necesitan para sus desarrollos. Mientras que los segundos -laboratorios, empresas desarrolladoras de software, de Inteligencia Artificial, etc- obtienen datos de personas nacidas en Latinoamérica para dar mayor acierto al entrenamiento de las herramientas tecnológicas y a los resultados. Cromodata, por su parte, cobra un fee por el servicio de conseguir los datos, anonimizarlos, asegurarlos y vincular a las partes.

Cromodata se encarga de quitar los datos sensibles, es decir todos aquellos que permitan identificar a una persona de manera inequívoca, y deja aquellos como, por ejemplo, edad, sexo, lugar de residencia. “Es un modelo de intercambio seguro de datos para ayudar a la financiación de las empresas de salud”, destacó Barral Masri.

“La barrera más difícil que estamos atravesando es la confianza de los centros médicos en entregar los datos”, reconoció la ejecutiva. No obstante, se encargó de aclarar que Cromodata no se queda con los datos, ni los aloja ni los almacena. La tarea de Cromodata comienza cuando tienen un requerimiento de datos. En ese momento, se dirigen a la Metadata (que dice qué tipo de dato tiene el centro de salud) y mediante una API consumen esos datos que se anonimizan, limpian y entregan al comprador.

“Entregamos a la clínica un dashboard para gestionar las solicitudes de intercambio de datos, donde pueden realizar el seguimiento de las instituciones que requieren esos datos y el uso que tendrán”, explicó Barral Masri.

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