23 noviembre, 2024

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Pacientes y médicos coinciden en la poca confianza en la IA, el agotamiento del trabajador y la escasa interoperabilidad del sistema

GE HealthCare publicó el estudio Reimagining Better Health realizado a partir de una encuesta cualitativa y cuantitativa que permitió examinar la opinión de 5.500 pacientes y 2.000 médicos de ochos países de América del Norte y del Sur, Europa y la región Asia-Pacífico. Este muestreo cruzado consideró la diversidad de madurez económica, la geografía y la representación de una forma pura o híbrida de los cuatro modelos básicos de asistencia sanitaria (Beveridge, Bismarck, Seguro Nacional de Enfermedad y Pago directo).

Entre las conclusiones más importantes del análisis surge que tanto pacientes como médicos tienen poca confianza en la Inteligencia Artificial (IA), que la interoperabilidad tecnológica es escasa, y que los principales problemas actuales son el agotamiento de los trabajadores de la salud, la fragmentación de la colaboración asistencial y la accesibilidad a la atención.

“El progreso también puede traer consigo tensiones. En un campo especializado como lo es la salud, resolver esa tensión es complejo e implica empezar por escuchar a quienes están en el centro de la atención”, dijo Peter Arduini, presidente y CEO de GE HealthCare, al evaluar el estudio Reimagining Better Health. Pero también lo calificó como “un audaz recordatorio de las barreras que hay que superar y una llamada a la acción a todas las partes interesadas en la asistencia sanitaria para que innoven y resuelvan los problemas centrándose en las necesidades de los pacientes y los médicos. Juntos podemos transformar estas ideas en acciones para construir un puente hacia el futuro: un sistema sanitario más humano y flexible”.

Inteligencia Artificial. Si bien la mayoría de los médicos encuestados cree que la IA puede apoyar la toma de decisiones clínicas (61%), permitir intervenciones sanitarias más rápidas (54%) y ayudar a mejorar la eficiencia operativa (55%), el estudio muestra que existe desconfianza y escepticismo en torno a esta tecnología -sin referencia a productos específicos-.

Muestra de ello es que sólo el 42% de los médicos indican que los datos de IA son fiables. En Estados Unidos, esta cifra desciende hasta el 26% y los doctores con más de 16 años de experiencia son aún más escépticos, ya que solo el 33% confía en la calidad de los datos de IA. Además, los médicos creen que, aunque la IA puede ayudar a reducir las disparidades en la atención (54%), la tecnología también está sujeta a sesgos intrínsecos (44%).

Modelos asistenciales. La principal prioridad de los pacientes a futuro es contar con una mayor flexibilidad en cómo, dónde y cuándo se prestan los servicios sanitarios. Lo ven como algo fundamental, incluso por delante de las soluciones tecnológicas que permiten una detección más rápida de posibles problemas de salud.

Sin embargo, la flexibilidad de la atención distribuida y administrada más allá de las paredes de la clínica también tiene desafíos que superar: La mitad de los médicos no se sienten muy cómodos prestando atención clínica fuera del entorno clínico tradicional (50%) y los pacientes también se muestran recelosos ante los nuevos métodos asistenciales y no se sienten muy cómodos con las pruebas a domicilio o fuera de la consulta (62%) sin supervisión.

Además, la mayoría de los pacientes (67%) confía mucho en su médico de cabecera, pero estos niveles descienden cuando se trata de otros profesionales de la salud. Poco más de la mitad de los pacientes (52%) no confía en que los profesionales sanitarios que no son médicos o enfermeras de hospital, matronas o farmacéuticos les proporcionen un asesoramiento sanitario adecuado.

Sistema fragmentado. Quizá parte de este malestar en los nuevos modelos de prestación de asistencia puede atribuirse a la escasa interoperabilidad tecnológica en todo el sistema sanitario. Poco más de la mitad de los doctores afirman que las tecnologías médicas se integran perfectamente entre sí y son fáciles de usar e intuitivas (51% y 53%, respectivamente).

Aunque los pacientes y los médicos desean que los datos sanitarios pertinentes de los pacientes estén disponibles en todos los sistemas y plataformas, esto no se ha conseguido plenamente. El 41% de los médicos no están convencidos de tener acceso oportuno a historiales electrónicos fiables, y aproximadamente un tercio de los pacientes (35%) temen que los médicos que les tratan no tengan acceso a sus datos sanitarios pertinentes.

Agotamiento del personal. Según el estudio, el 42% de los médicos encuestados afirma estar considerando activamente la posibilidad de abandonar el sector sanitario, principalmente por una remuneración inadecuada y la falta de conciliación de la vida laboral y familiar. Además, el 47% de los médicos afirmaron no sentirse plenamente respaldados por la dirección y 39% no se siente orgulloso de su profesión.

Los pacientes sienten el impacto del agotamiento del personal: el 43% afirma que no se siente escuchado por el personal clínico y menos de la mitad (42%) afirma que no sienten empatía por su situación personal y por cómo afecta a su tratamiento.

Futuro compartido. El 99% de los médicos está totalmente de acuerdo o algo de acuerdo con la definición de un futuro en el que: los pacientes y los equipos asistenciales estén más estrechamente vinculados a través de soluciones tecnológicas; la atención al paciente y el tratamiento médico se lleven a cabo tanto dentro como fuera de los entornos clínicos tradicionales, como en los hogares de los pacientes; y el ecosistema sanitario se amplíe para incluir una gama más variada de trabajadores sanitarios, algunos de los cuales pueden no estar presentes hoy en día.

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