Son $ 23.008 millones durante 2022 para potenciar las capacidades sanitarias de cada una de las provincias. Además, el Ministerio de Salud de la Nación (Minsal) distribuyó 5.189 PCs de escritorio y 800 notebooks para reforzar la digitalización en salud y la puesta en marcha de las historias clínicas electrónicas en todo el territorio nacional.
“Los programas nacionales han sido herramientas fundamentales para sostener y fortalecer las estrategias sanitarias en terreno en todo el país”, sostuvo Verónica De Cristófaro, subsecretaria de Articulación Federal del Minsal. Por su parte, Carolina Casullo, directora Nacional de Fortalecimiento de los Sistemas Provinciales, destacó que “todas estas transferencias a las jurisdicciones realizadas a través de los programas Proteger, Redes de Salud, Sumar y del Fondo Nacional de Equidad en Salud permiten apoyar estrategias sanitarias priorizadas e incentivar el alcance de resultados en salud”.
El programa Proteger, por ejemplo, está enfocado en mejorar la calidad de los servicios de salud en el abordaje de las enfermedades no transmisibles (ENT) y sus factores de riesgo y remitió a las jurisdicciones más de USD 18 millones ($ 3.341,54 millones) para fortalecer la regulación, vigilancia, monitoreo, prevención y control de patologías como hipertensión arterial (HTA) y diabetes (DBT), así como también acciones contra el tabaquismo y el sedentarismo mediante la promoción de la alimentación saludable y la actividad física.
Las inversiones apuntaron al mejoramiento de la infraestructura de centros de salud y hospitales con la construcción, ampliación y equipamiento de espacios específicos como gimnasios, cocinas o salones de usos múltiples integrados. También se distribuyeron materiales e insumos para la realización de talleres, cursos y ciclos dirigidos a la población que no cuenta con obra social. Y se impulsó la gestión de pacientes a través de la referencia y contrarreferencia entre niveles de atención, el uso compartido de historia clínica digital y la gestión de turnos programados.
Asimismo, el programa Proteger aportó recursos para la adquisición y distribución de 5.189 computadoras “All In One” (compuestas por monitor y procesador en un mismo físico, teclado, mouse, cámara web frontal, puertos USB y HDMI y una memoria de hasta 64 gigabytes) que se repartieron entre equipos técnicos y efectores de todo el país.
También durante el año pasado, y en el marco del trabajo integral referido a las enfermedades no transmisibles (ENT), el programa Redes de Salud destinó más de USD 25 millones ($ 4.602,86 millones) a las distintas provincias para promover el desarrollo y el fortalecimiento de las redes integradas y micro redes de servicios de salud para la identificación, atención y seguimiento de la población con hipertensión y diabetes en el Primer, Segundo y Tercer Nivel de Atención.
La cifra se traduce en inversiones de equipamiento para el desarrollo de la agenda digital mediante la nominalización y registro de personas con cobertura pública exclusiva, la ejecución de acuerdos de gestión con hospitales, el diseño de mecanismos de coordinación asistencial y la elaboración de los “Planes Maestros de Inversión”.
En tanto, las transferencias a las jurisdicciones realizadas por el programa Sumar superaron los USD 67 millones ($ 12.389,83 millones) para la mejora integral en el acceso equitativo y de calidad a los servicios de salud para toda la población sin cobertura formal, ayudando a garantizar el cuidado de 19.988.423 personas durante el embarazo, la primera infancia, la adolescencia, la adultez y la vejez.
De ese universo poblacional, un 32% contaba a noviembre de 2022 con Cobertura Efectiva Básica (CEB), lo que significa que 6.478.628 recibieron en los 12 meses previos al menos una prestación de salud del conjunto seleccionado por su relevancia en cada grupo etario, como el seguimiento del embarazo, la salud infantil o la prevención de cáncer de mama o de colon, entre otros. Esto permite el registro en el programa Sumar de las prácticas sanitarias realizadas en los centros de salud de atención primaria o en hospitales públicos. Mientras que las prestaciones brindadas posteriormente generan recursos que retornan al efector para que el equipo de salud pueda invertir en infraestructura, adquisición de insumos y equipamiento para la atención, o la incorporación de recursos humanos.
Por último, a través del Fondo Nacional de Equidad en Salud (FONES), se transfirieron más de USD 14 millones ($ 2.674,06 millones) para financiar la cobertura de intervenciones de salud de alta complejidad priorizadas por el programa Sumar en cardiopatías congénitas, alta complejidad perinatal e infarto de corazón.