La apuesta de Motmi es innovadora y está en sintonía con las experiencias que se despliegan y ponen a prueba en las ciudades más tecnológicamente avanzadas del mundo. Nacida en la provincia de Córdoba, tomó a las virtudes de la realidad virtual como herramienta transformadora de los procesos de rehabilitación. Telemedicina-Salud en Línea conversó con Ricardo Ruival, uno de sus fundadores y profundizó en los detalles de una propuesta de Inteligencia Artificial (IA) puesta al servicio de la salud.
Motmi está integrado por unas 40 personas y, como empresa de desarrollo tecnológico, tiene cuatro unidades de negocio: el software fáctory, el desarrollo de aplicaciones móviles, la tercerización de horas de recursos, y la de Investigación y Desarrollo (I+D).
Y, sobre esta última, Ruival, sostuvo que “empezamos a trabajar con sensores de detección y reconocimiento de movimientos; en un comienzo usamos el sensor de la cámara de la consola de videojuegos Xbox para hacer aplicaciones comerciales, como fue una vidriera interactiva”.
Hoy, esta herramienta es utilizada en unas 70 entidades en Argentina, en procesos que también agregan experiencia de usabilidad a los diseñadores, al tiempo que están empezando a expandirse hacia Europa y el resto de América latina. Sin embargo, no se trata de la venta de un producto, sino una modalidad de suscripción mensual que, a su vez, permite ir mejorando la experiencia.
Pero en tren de indagar más, con el pulso por hacer un aporte social y casi de casualidad, pusieron el foco en Salud. “En un momento nos topamos con un artículo que había escrito el doctor Lisandro Olmos, un neurólogo de la Fundación Fleni, de Buenos Aires, quien estaba trabajando en conjunto con una universidad de Japón, de Brasil y de Canadá en un nuevo protocolo de rehabilitación sobre el concepto de videojuegos para motivar a los pacientes que están bajo un tratamiento de rehabilitación”.
Con ese punto de partida y la idea puesta en el crecimiento, comenzaron a trabajar, a investigar en materia de rehabilitación y pensaron en ofrecer una solución que fuera nativa para este uso, porque los doctores del Fleni estaban empleando la herramienta que no fue pensada para rehabilitación, “sino que fue diseñada para el mero esparcimiento”.
Ese punto de partida involucró, como es de esperarse, la ampliación del equipo y al grupo de desarrolladores informáticos, se sumaron kinesiólogos y terapitas ocupacionales para comprender mejor la ciencia.
“Básicamente, entendimos que el proceso de rehabilitación tiene su éxito condicionado por la motivación -del paciente y de los equipos médicos-, falencias en la medición de la experiencia y de su avance; y la problemática de ofrecer procesos de rehabilitación desde el hogar. ¿Cómo hace para tener proceso de rehabilitación de calidad en el hogar del paciente? Bueno, en base a eso empezamos a trabajar y desarrollamos el producto”, contó Ruival.
El resultado es una plataforma de rehabilitación virtual que usa tecnología de detección y reconocimiento de movimiento para trackear el cuerpo del paciente y representarlo mediante un avatar, dentro de un videojuego que, obviamente, tiene un objetivo terapéutico particular.
“Son actividades lúdicas, en algunas el paciente se ve reflejado en una imagen humana, según sea el tratamiento necesario, o no, porque, por ejemplo, hay patologías neurodegenerativas cuya afectación hacen que se pierda la relación entre la figura humana y, en este caso, se configura ese tipo de avatar”, explicó Ruival.
Así, los movimientos de las personas tienen su correlato digital y lúdico, de entretenimiento y calidad terapéutica. “Para todo esto nos basamos en la evidencia científica que la avala”, dijo el ejecutivo para explicar que el cerebro procesa como propio y real aquellas experiencias que vive y recrea en el digital.
La asequibilidad es otro aspecto: “tenemos sensores que cuestan 400 dólares cuando un equipamiento de neuro rehabilitación puede costar cientos de miles de dólares, y ofrece accesibilidad”, concluyó el fundador de Motmi.