El responsable de IT de Omint, analizó el impacto de la explosión de la telemedicina durante la pandemia, valoró la incorporación de Tasy, de Philips; y aseguró que el mejor camino para avanzar en la transformación digital del sector de la Salud es la regulación, la estandarización, y tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) y el IoT para el control de parámetros médicos y la toma de decisiones basadas en datos, todo con foco en el paciente.
Alejandro Bras Harriott es el director regional de Procesos & Tecnología de Omint para Argentina y Brasil, y uno de los responsables del recorrido que transitó esta empresa proveedora de medicina durante los últimos 25 años. En diálogo exclusivo con Telemedicina – Salud en Línea, este ejecutivo que es parte de la historia viva del sector de Salud en Argentina y en Brasil, repasó algunos hitos y estrategias de adopción tecnológica pero también de management.
Ingeniero electrónico por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y mágister en Dirección de Empresas por la Escuela de Administración y Negocios de la Universidad Austral Argentina (IAE), Bras Harriott comenzó su recorrido en Omint conduciendo el área de desarrollo del software y poco tiempo después, asumió la gerencia de Sistemas, a la que luego añadió la de Calidad y Procesos. Hoy, su dirección recibe el 2% de la facturación total, donde se desempeñan 80 colaboradores, además de las prestaciones que ofrecen los servicios externos y las “fábricas de software”.
El arte de hacer foco. Por su trayectoria y el extenso recorrido en la organización, la charla con Bras Harriott comienza por las definiciones de la estrategia. Señaló que la búsqueda pasa por “ser referentes en el mercado mediante la incorporación de innovaciones en los desarrollos de IT (Information Technology) para agregar valor a nuestros clientes”. Y valoró la incorporación de personas que ayudan a darle forma a la transformación digital a través de las nuevas metodologías y desarrollos.
Sin dudas, el área de IT es parte de esa estrategia. En ese sentido, recordó que en 2016 sumaron telemedicina, “algo que forma parte de los servicios de Omint desde hace más de cuatro años”. Mientras que durante la pandemia, añadieron credenciales virtuales y plataformas digitales “puestas al servicio del asociado”, como la web, las aplicaciones y el chatbot.
En el listado de incorporaciones también aparece Midoc, “un plan médico centrado en el paciente que mejora la experiencia de acceso a las prestaciones a través del uso de plataformas digitales y que permite recibir una atención integral y ágil a través un solo médico. Contamos con servicios y aplicaciones pensadas en la usabilidad y comodidad del paciente”, destacó Bras Harriott.
La hora urgente. Si normalmente el área de IT se desenvuelve en días que imponen mares de desafíos, los que transcurrieron -y aún lo hacen pero con indicadores auspiciosos, al menos en el territorio argentino- durante la pandemia fueron de dimensiones oceánicas, también para Omint.
“El contexto pandémico implicó situaciones desafiantes para todos y más para el sistema de salud de manera integral. Desde Omint, pudimos estar a la altura de la situación y nos ayudó el hecho de que ya veníamos trabajando fuertemente en la trasformación digital. Sin embargo, no faltaron retos para el desarrollo informático y para el modo de trabajar”, aseguró
Entre los cambios “más contundentes” y para el que tuvieron que tener una respuesta rápida y flexible fue la del trabajo remoto: “Lo logramos en tiempo récord y sin incidentes que generaran disrupciones de servicios”, destacó Bras Harriott. Y afirmó: “Este accionar fue fruto de un gran esfuerzo y dedicación, pero aprovechando las mejoras de infraestructura que veníamos preparando para un escenario de 200 colaboradores en teletrabajo, previsto antes de la pandemia y que luego requirió llegar rápidamente a más de 2.000”.
Pero la pandemia pidió más esfuerzos: “Poco tiempo después, afrontamos el cierre de sucursales y la virtualización al 100% de nuestra atención, en donde tuvimos que implementar ágilmente diversos canales, como el de WhatsApp, las plataformas Web y nuestra App Mobile, como así también el Chat Bot que obtuvo un crecimiento exponencial desde su implementación”, repasó este ejecutivo.
El furor de la telemedicina. La cuarentena fue una gran catalizadora de cambios en la forma de acceder a los servicios. Uno de ellos fue la receta electrónica. “La repentina falta de acceso a recetas para tratamientos dada por la dificultad de acceder a la consulta médica presencial generó inquietudes entre los pacientes”, dijo el director regional de Procesos & Tecnología de Omint y aseguró que “pudimos incorporarla de manera rápida y efectiva para nuestra cartera prestacional”, al tiempo que recordó que el uso de la consulta médica por telemedicina también experimentó un crecimiento exponencial.
Omint realiza unas 30.000 consultas a distancia por mes, cifra que antes de la pandemia por Covid-19 no superaba las 500. La prestación la ofrece a través de su plataforma “Medica Online”, un desarrollo propio de 2016 que tiene integrada a la Historia Clínica Electrónica (HCE), con resultados de estudios, prescripciones y documentaciones. Esa alza en la adopción se traduce en que el 80% de los pacientes acepta asistir a una teleconsulta, frente al arañado 10% obtenido al comienzo de 2020, es decir, antes de la emergencia sanitaria.
Mangement & TICs. La mirada de este ejecutivo forma parte de las acciones de IT desarrolladas durante los últimos 25 años en Omint, y sus decisiones no solo vienen trazando el curso de la organización, sino que fija el rumbo del corto, mediano y largo plazo.
Y en ello, la estrategia de management es relevante de conocer y ante la consulta, Blas Harriott sostuvo que “trabajamos activamente en la innovación incorporando nuevos roles y formas de trabajo expandiendo la agilidad hacia todas las áreas de la compañía. Para lograr una verdadera transformación buscamos la integración de todos los actores y los procesos”.
Inclusive, el ejecutivo dio por sentada la certeza de que la implementación de nuevas tecnologías permite “mejorar el desempeño, ampliar el alcance y optimizar los resultados de los procesos y servicios”, que la transformación digital “está desarrollándose de a poco” en Salud y que “hay enormes oportunidades para crecer e innovar en este sector”.
¿Y el presente? “El 2020 y el 2021 han sido una muestra favorable de trabajo en equipo con foco en el cliente y en cumplir con la misión de estar presentes antes sus necesidades vinculadas a la salud”.
Por delante, el 2022 plantea un escenario que, en buena medida, se avizora como de la post pandemia. Y las iniciativas en Omint para ese momento tienen que ver con la profundización del proceso de transformación digitala, a la que valoró como “una de las actualizaciones más importantes en Omint” y que “implica una conversión”, por ejemplo, por la iniciativa de tener en todos sus hospitales (Santa Isabel, Bazterrica y Clínica del Sol y en nuestros centros médicos, Bazterrica y Santa Rita), el software hospitalario Tasy de Phillips, al que calificó como “la última tecnología”.
“Es un sistema que incorpora como columna vertebral al paciente y a la historia clínica electrónica, que permite brindar una solución completa de informática en salud e integrar todas las áreas para optimizar procesos”, explicó y agregó que “involucra facilidades para el paciente, pero también es una herramienta eficaz para el cuerpo médico, ya que mejora y agiliza la experiencia de gestión en todas las áreas hospitalarias; va a simplificar, conectar y permitir incorporar las tecnologías que a lo largo del tiempo vayan desarrollándose en la industria de salud”.
Los retos del sector. El futuro de la medicina es desafiante y los procesos de trasformación acompañan la creación de un entorno propicio para su desarrollo.
Para Bras Harriott, el “primer gran reto” del sector radica en poder ofrecer una “mejora” en la experiencia del paciente: “El objetivo es estructurar un ecosistema prestacional facilitado por las herramientas digitales, en donde las diferentes instituciones se integren a lo largo del camino de atención y necesidades del paciente. Esto, inevitablemente, conduce a la necesidad de avance en materia de regulación acompañando el proceso; hablamos de estándares de intercambios de información relevante que ayuden a potenciar y aprovechar la integración digital”.
Se trata de un ecosistema que, inclusive, va más allá de una plataforma y señaló que otro gran desafío radica en la incorporación de un mercado de herramientas potenciadas por el Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés). “Incluir y utilizar el ecosistema digital con dispositivos que ayuden a prevenir y a monitorear variables biológicas o de salud, es el camino idóneo para brindarle los mejores estándares de atención y beneficios al paciente”, explicó.
En ese enfoque, la profundización en materia de Analytics e IA, como base para el análisis de datos y la toma de decisiones en los distintos momentos de la atención resulta clave y Omint trabaja, además, en la implementación de soluciones basadas en IA.