La constante incorporación de nuevas tecnologías médicas en los centros de salud impacta de lleno en la necesidad de contar con sistemas de aprovisionamiento de energía eléctrica robustos que permitan dar continuidad al 100% de los servicios de los hospitales. Consciente de la criticidad de esta disponibilidad, Schneider Electric desarrolló una solución de microrredes que permite garantizar un suministro continuo de energía limpia y a la vez controlar los costos. Y la tendencia es a que estas microrredes aprovechen una variedad de recursos de energía distribuida, coordinados por un sistema de control inteligente de la microrred.
El documento de Schneider Electric denominado “Cómo los nuevos diseños de microrredes ayudan a que los hospitales aumenten su resiliencia, recorten costos y mejoren su sostenibilidad” (2019, Hirschbold M. y Haun A.), sostiene que los hospitales usan una cantidad de energía igual a 2,5 veces la que utiliza un edificio comercial del mismo tamaño. Sucede que son sitios destinados a brindar cuidados para sus pacientes las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que crea una mayor demanda en iluminación, calefacción y refrigeración. Además, deben producir grandes cantidades de agua caliente y vapor para esterilización de equipamiento, y garantizar la estabilidad de bajas temperaturas para los medicamentos sensibles.
Una microrred es un sistema de energía localizado que interactúa con el servicio de red, e incluye uno o más generadores de energía eléctrica y los controles de gestión necesarios para ofrecer electricidad segura a los consumidores. En contraste con los grandes sistemas de suministro de red, en las microrredes todos los activos – desde los generadores hasta las cargas – están ubicados en las cercanías, para brindar servicio a varios edificios o incluso quedar contenidos en un único establecimiento.
Por lo general, la microrred está conectada al suministro de red y toma energía de este cuando es conveniente desde un punto de vista económico, pero usa una combinación de energía de la red y recursos de generación en el establecimiento.
Las microrredes también están configuradas para permitir la desconexión de la red principal y funcionar como una unidad autocontenida de ser necesario. A esta función se la conoce como “funcionamiento en islas”, ya que en forma temporal la microrred se convierte en una isla con energía autónoma y opera separada de la red principal.
El sistema de control de la microrred realiza las acciones adecuadas para desconectar al hospital del servicio de red, y luego gestionar los Recursos de Energía Distribuida (DER, por sus siglas en inglés) para equilibrar la generación y la demanda, garantizando un funcionamiento seguro. Además, existen herramientas predictivas de avanzada que toman información externa e interna – por ejemplo, meteorología, precios de energía en el mercado, pronóstico de ocupación en el establecimiento, etc. – y toman decisiones anticipadas para dar mejor respuesta a las necesidades de suministro energético.