23 noviembre, 2024

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Andrea Barbiero: “No deberíamos crear nuevas inequidades en el uso de las tecnologías”

Andrea Barbiero es una emprendedora y abanderada de la Salud Digital en Iberoamérica; de nacionalidad argentina aunque radicada en España, dialogó con Telemedicina – Salud en línea acerca de Co-Salud, la plataforma desde la que brega de forma incansable por la difusión de los beneficios de la salud digital, pero también acerca de los desafíos de la innovación y el desarrollo de soluciones que amplíen la accesibilidad y la inclusión, la gobernanza y la protección de los datos.

“Mi historia personal es que trabajo en el mundo de gestión sanitaria desde hace más de 15 años y que luego empecé a hacerlo en el mundo de la tecnología en Salud”, dice y resume una trayectoria laboral que la contó entre el staff de la consultoría de porte global Everis y que, al desvincularse en 2012, se inspiró al crear Co-Salud.

Un buen punto de partida para organizar una charla con una apasionada del tema es comenzar por abordar su emprendimiento y la misión que palpita en su interior, que Barbiero definió como “iniciativa nacida por un grupo de profesionales independientes unidos para obrar”.

Y la sentencia, que parece tan sencilla y romántica, encierra también la creatividad y la sapiencia necesarias para dar respuestas a problemáticas y necesidades concretas, con una lógica descentralizada y horizontal, “bastante ad hoc”.

La fuerza de la persistencia y del trabajo dedicado, pero sobre todo la pulsión por resolver problemáticas, llevó a Co-Salud a desarrollar investigaciones y consultorías, pero también mentorías tendientes a “agrupar a los emprendedores para ayudarlos a aterrizar en los diferentes mercados”, advierte la entrevistada.

Acotar para crecer. Y la especificidad es la clave de este éxito, “sobre todo, porque en el mundo de la Salud se requiere de un conocimiento específico, aunque muchos se atrevan a innovar y a emprender sin conocer realmente las casuísticas y las problemáticas que hay en Salud”, explica la consultora.

Chile, por ejemplo, es un mercado que vio desarrollar varias experiencias exitosas de Co-Salud, tanto para la innovación emprendedora sectorial como en la regulación de la telemedicina. “Ahora estamos trabajando en relación a la eficiencia en la atención primaria y haciendo recomendaciones de implementación tecnológica, de modo tal que contribuyan a reducir las inequidades y las desigualdades”, repasa Barbiero.

Para ella, las TICs tiene un rol de “soporte” porque “la tecnología no debe ser un fin en sí mismo, sino una herramienta que permita resolver las problemáticas de Salud”, dijo y fue más allá: “Tiene que ser una herramienta que permita la accesibilidad y la inclusión de aquellos grupos vulnerables que no tienen acceso a la salud por diferentes motivos, como pueden ser los geográficos, los económicos u otros”.

La inclusión como eje. La inclusión es, para esta especialista, un eje rector que debería signar el desarrollo tecnológico de modo tal que sus cualidades de abertura y disponibilidad garanticen su acceso universal. “No deberíamos crear nuevas inequidades en el uso de las tecnologías”, dijo y subrayó que, aunque esto sea válido para cualquier nicho y mercado, en cuestión de salud es prioritario.

Sucede que el paisaje que observa Barbiero en Argentina y en España difiere, “sobre todo porque España lleva un proceso de transformación digital y un entorno en la Salud de más de 15 años; y Argentina tiene una estrategia de salud digital potente, que data de los últimos años, pero que todavía cuenta con mucho recorrido por delante”. Y este avance, en su tierra natal, le imprime “bastante ilusión”.

La mejor paradoja. La tendencia tecnológica del sector está signada con el uso de la voz porque “permitirá que los profesionales puedan volver a mirar a los ojos a los pacientes y no tener que estar con la cabeza encima de un teclado, ¿no?”, preguntó Barbiero con ese recurso retórico que, instantes después, le permitiera sentenciar que “se puede ayudar a humanizar otra vez la Salud”.

En ese escenario, la capacidad de la voz, la incorporación de tecnologías que analicen grandes volúmenes de datos como la Big Data y las soluciones de Inteligencia Artificial (IA) fueron algunas de las claves que esta entrevistada subrayó para caracterizar como elementos “potenciadores” de la Salud digital.

“El único problema que tenemos, en relación a esto, son los datos porque no están estructurados, ni saneados para el uso posterior”, explicó Barbiero y alertó acerca de la posibilidad de “crear promesas que no vamos a poder cumplir”, por lo que reforzó la importancia de trabajar en bases estructuradas e interoperables.

La estructura fundamental. “Los datos son la materia prima y, por tanto, la estructuración desde el vamos es realmente importante”, conceptualizó la especialista y agregó su interés en “hacer hincapié en que la gobernanza de los datos por parte de las entidades, los gobiernos o las organizaciones es tan importante como el papel de los ciudadanos, por su decisión acerca de cómo desean que esos datos sean utilizados”.

Y al respecto también diferenció los avances dados a ambos lados del Atlántico, porque en Europa “somos muy cuidadosos de las decisiones de los ciudadanos en relación a la protección de sus datos”, pero le urge el avance del mismo modo en el continente americano.

“Me consta que en Argentina se está trabajando en la Ley de Protección de Datos y me parece bastante importante que la gobernanza de los datos de salud también esté incluida dentro de estas de estas nuevas leyes; sobre todo habiendo visto con su importancia en la pandemia”, admitió para instar al “empoderamiento y educación de los ciudadanos para que hagan un buen uso y, por supuesto, la penalización de aquellas empresas que no lo hagan”.

“Somos personas bastante curiosas, exploradoras y tratamos de buscar los límites de las de la tecnología, pero no del límite del bien y el mal, sino de entender qué pasa en otros sectores, en otros mercados, sus problemáticas y extrapolarlos a la Salud”, concluyó Barbiero con la fuerza de quien emprende con la pulsión de quien busca soluciones, incansablemente, con algo de pensamiento lateral y optimismo, con mucho de empuje y un toque de tango con flamenco.

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