Daniel Luna dice que lo más difícil de su tarea es mantener excelencia e innovación en un país con 50% de inflación; lo más importante es formar personal y el principal desafío es anticiparse a los cambios. Su mirada en perspectiva le permite sostener sin pánico y con esperanza de alcanzar un estado superador que “al médico le va a quedar la chance de ser un intermediario entre el algoritmo y el paciente”. Evalúa el futuro: “Hay especialidades que son más algoritmizables que otras. Por ejemplo, el diagnóstico por imagen o por comparación y análisis de datos recibirá el primer impacto, luego algunas especialidades y por último los cirujanos. Por eso, lo que hay que hacer es formar recursos humanos”. Daniel Luna va y viene en su análisis entre lo difícil, lo importante y lo desafiante y asegura: “el reto es que los algoritmos transformen a la medicina para que sea más humana. Es un modelo de ayuda y no de competencia para retomar la esencia”.
Para el Jefe del Departamento de Informática en Salud del Hospital Italiano de Buenos Aires (HIBA), existen cuatro pilares sobre los que debe apoyarse la política TIC aplicada a la salud: 1) Regulación del Estado para la interoperabilidad, la certificación y la telemedicina; 2) Formación en Recursos Humanos aún más diversa que la actual; 3) Proceso interno de las organizaciones, en donde haya una planificación estratégica a largo plazo; y 4) Maduración del mercado, que según él “es algo que se va dando”.
El universo del HIBA incluye a alrededor de 10.000 personas trabajando cada día entre los distintos niveles, “en otros años sería posible pedir que el tren pase por aquí”, bromeó Luna. Además de la sede central en la calle Perón, administran la de San Justo, 25 centros ambulatorios y 200 consultorios. Con San Justo tienen un enlace dedicado. Poseen dos datacenters en la sede de Perón bajo un modelo híbrido en la nube. El datacenter principal es Tier II y tienen uno de contingencia. Los sistemas del HIBA reciben cerca de 400 usuarios concurrentes promedio de Historia Clínica Electrónica (HCE) y ya generaron más de 6.000 accesos a HCE. El desarrollo de la HCE, de las soluciones de telemedicina y del sistema de turnos es del Departamento de Informática en Salud del HIBA.
En el Departamento de Informática en Salud que lidera Luna trabajan alrededor de 270 personas. Y uno de los principales focos que tiene es la formación de profesionales de la salud en TICs, algo que hacen a través del Instituto Universitario con la carrera de posgrado de Informática Médica y con las Jornadas de Informática en Salud que comenzaron en 2003 y que hoy ya se convirtieron en una cita obligada para médicos y miembros de equipos de salud de la Argentina y de otros países.
Entre los logros conseguidos por el HIBA, se encuentran ser el primer hospital del país y segundo de Latinoamérica (el primero fue Unimed de Recife, Brasil) en estar 100% informatizado, habiendo alcanzado en 2017 la certificación Health Information System Society (HISS) de la escala Electronic Medical Record Adoption Model 7 (EMRAM 7) –el mayor nivel (ver gráfico más abajo)-, y desde 2015 contar con la certificación de la Join Commission International que acredita la seguridad y la calidad del paciente. “Una de las fortalezas para obtener esta certificación fue el sistema de salud que en 2016 ya había acreditado el HISS EMRAM 6”, explicó Luna y contextualizó: “En Estados Unidos hay más de 3.000 hospitales y sólo 200 son HIMSS 7”.
El proceso que llevó a este estadio de reconocimiento, no fue ni rápido ni sencillo. Hace más de 20 años que Luna y su equipo trabajan en la digitalización del HIBA y alcanzaron el desarrollo de manera modular e incremental.
La experiencia, el conocimiento y la formación le permiten a Daniel Luna pasar del marketing tecnológico sobre el que se apoyan muchas grandes marcas para generar necesidades y vender. “El Big Data en sentido estricto no existe”, dice y explica: “velocidad, volumen y variedad de los datos es lo que caracteriza al Big Data y hasta ahora lo que se puede hacer es análisis de datos”. También sopesar lo que puede y lo que no puede la tecnología: “podés implementar la mejor y más cara solución de ciberseguridad, pero en el momento en que un usuario le prestó la clave de acceso a otro, la vulnerabilidad ya está concretada”, y sostiene: “es fundamental trabajar en cultura en seguridad”. E intentar liberarse de la coyuntura política para definir el rol del Estado en materia de salud y TICs: “lo que no puede hacer el Estado es dejar de regular el intercambio de información”, por lo que valora la actual gestión que lleva adelante la Estrategia Nacional de Salud Digital 2018-2024 (ver aparte).
Estrategia Nacional de Salud Digital 2018-2024
La Estrategia Nacional de Salud Digital 2018-2019 fue aprobada en noviembre de 2018 a través de la Resolución 189/2018 de la Secretaria de Gobierno de Salud de la Nación. Alejandro López Osornio, Médico Asociado y Docente del Hospital Italiano de Buenos Aires, es también director de Sistemas de Información en Salud de la Secretaría de Salud de la Nación. Y encabeza este proyecto que como pilar fundamental la interoperabilidad. Propone libertad para elegir la tecnología, el desarrollo y adaptación; pero debe estar basada en estándares para que pueda integrarse a una estructura central que conecte la diversidad del ecosistema. Eso es lo que denominan bus de interoperabilidad SaludDigital.AR.
La actual Secretaría de Salud trabaja junto con el HIBA y HL7 Argentina para definir los estándares y el diseño de la plataforma que permitirá identificar al paciente y compartir documentos clínicos, recetas y órdenes. De esta forma, no importa dónde se encuentre el paciente ni quién lo atienda ni por qué obra social o prepaga. Tampoco si los desarrollos tecnológicos de cada institución médica son distintos. Lo importante es que exigirán estándares de interoperabilidad que le darán al paciente la posibilidad de administrar sus datos clínicos con privacidad y seguridad.